Hay que hacer una pequeña aclaración sobre este último punto y que a veces, por no decir siempre nos confunde.
Cuando avalamos a un tercero porque ha pedido una hipoteca del 95% o del 100% del valor de la vivienda, se nos indica que cuando la deuda llegue al 70 o al 80% del importe inicial el aval desaparece, y en consecuencia podemos pensar que solo estamos avalando el 15, 20 ó 30% del préstamo, y esto salvo excepciones es incierto, lo que hacemos es avalar la totalidad del préstamo, si, repito, todo el préstamo, y cuando la deuda se haya reducido en un 15, 20 ó 30%, dependiendo del contrato por el que hemos asumido el aval, éste ya no existe ni por una parte ni por la totalidad, pero no olvidemos que hasta que llegue este preciso instante AVALAMOS TODA LA DEUDA, con excepción de contratos que indiquen otra cosa, que por existir, existen, pero no son los habituales.
Me he decidido a avalar a un hijo/a,hermano/a, amigo/a. ¿Qué me puede pasar?
Si avalamos, debemos saber muy bien cuál es nuestra exposición económica, hay que tener muy presente que ni no se controla perfectamente la evolución de los pagos de nuestro hijo/a,hermano/a,hijo/a, puede que nos enteremos del problema cuando no tenga solución, o la que tenga sea nefasta para nuestra economía y patrimonio.
Un préstamo mientras que se va pagando no hay problemas y si deja de pagar 1 cuota o dos digamos “que no pasa nada”, pero el problema viene cuando las cuotas pendientes suman la cifra de 3. Por ello el banco o caja puede no conformarse con que el avalista los ponga al día y en paz, tienen la potestad de considerar vencido en préstamo por la totalidad de la deuda, las cuotas debidas en aquel momento y todas las que vendrán en los próximos 20, 25, 30 o más años, en consecuencia puede que cuando nos enteremos no tengamos solución posible. En este sentido recomendamos que se tenga un control exhaustivo de los pagos de nuestro avalado ya que enterarse a tiempo de una cuota pendiente puede evitar males mayores como los que vamos a explicar ahora.
Consecuencias en caso de que nuestro avalado no pague
En caso de que nuestro avalado no pueda pagar y deba un par de recibos es posible que podamos pagar dichos recibos pero en el caso de que nos pidan la totalidad de recibos (pagar mes a mes lo que nuestro avalado no puede hacer) es probable que no tengamos forma de solucionarlo, y nos veamos ante un embargo de nuestros bienes. Así pues cuidado porque no enfrentamos a una pérdida de nuestros bienes y patrimonio por culpa de un avalador que por desgracia (se hayan quedado sin trabajo, enfermedad…) o por su mala cabeza no puedan pagar.
Para evitar este tipo de cosas lo antes posible, se puede decir al banco o caja que os informen en cuanto haya la primera cuota sin pagar.
Otro remedio para evitarse todo este embrollo es una solución mucho mejor , que no es otra que prestar el dinero a nuestro hijo/a, hermano/a para que llegue al 80% de la tasación y que este os devuelva el dinero con los mismo intereses de la hipoteca, esto es algo muy práctico y que puede ahorraros muchos quebraderos de cabeza y perdidas de patrimonio, pero está claro que es una solución que muy pocos podrán hacer entre otras cosas porque poca gente habrá que tengan ahorrado tanto dinero.
Cualquier duda o pregunta nos la pueden efectuar en nuestro Foro de Hipotecas en el cual les atenderemos con mucho gusto.